El 2011 sin dudas no será un año más para los
hinchas de River y Boca; este los encontró con un primer semestre muy distinto
a lo que demarca la historia. Sabido es lo que vivió el equipo ¨Millonario¨
(descendió al Nacional B) y los simpatizantes de su rival lo han gozado como un
campeonato propio.
Pero a diferencia de lo sucedido en los
primeros seis meses, el presente los encuentra con muchas similitudes, aunque
en categorías distintas.
¿Dónde surgen las coincidencias si no están en
el mismo torneo? se preguntarán algunos. Eso es justamente lo que les voy
contar.
Después de varios años, meses y días los dos
equipos más grandes de la
Argentina son líderes e invictos, muestran un juego efectivo
y de buen nivel, orden y solidez defensiva, hasta cuando juegan pésimo logran
sacar buenos resultados.
Desarrollando los puntos anteriores: River le
lleva un punto a Instituto en la B Nacional y
lleva 10 sin caer. Su efectividad se ve en los 21 goles convertidos, con un
gran funcionamiento de su mediocampo, encabezado por Carlos Sanchez y Martín
Aguirre. Los pocos goles recibidos (7) demuestran el excelente nivel de
Chichizola junto a la zaga central. Y lo último se deja entrever en partidos
como el de Ferro, Defensa y Justicia y algún otro en el cual sin mucho mérito
logró un empate o ponerse en ventaja cuando no lo merecía.
Desde la vereda de enfrente se observa una
realidad muy similar. Boca es un poco más sólido en defensa con 2 goles en
contra en 10 partidos pero menos
efectivo a la hora de pisar el área rival (12 anotaciones). En lo relacionado
al funcionamiento y el buen nivel está dado por su enganche y figura, Juan
Román Riquelme, con el acompañamiento de Clemente Rodríguez y el resto de los
volantes. Al igual que River, el ¨Xeneize¨ mereció perder ante Argentinos Jrs
pero se llevó un empate.
A pesar de la similitud en la actualidad,
siguen habiendo diferencias, los planteos tácticos son distintos (4-4-2 en
River y 4-3-1-2 en Boca). Uno depende de sus volantes por afuera mientras el
otro de su enganche. El conjunto de Almeyda es sólido pero en menor medida que
el de Falcioni, aunque si logra mayor efectividad en el arco ajeno.
Sin dudas la coincidencia que está más a la
vista es la referida al invicto que ostentan ambos a pesar de cuando les toca
jugar mal. La supuesta ¨suerte del campeón¨ está del lado de los dos.